1. Orificios:

El orificio de gas es el canal clave para que el gas ingrese al quemador. Las dimensiones de estos pequeños orificios están cuidadosamente diseñadas para lograr el flujo de gas deseado. Cada estufa de gas tiene parámetros de diseño específicos, incluida la cantidad deseada de producción de calor y la eficiencia de combustión. El tamaño y el número de orificios de gas se ajustan de acuerdo con estos parámetros para garantizar una combustión adecuada.

El tamaño del orificio de gas afecta directamente el caudal de gas. Los orificios más pequeños hacen que el gas fluya más rápido, creando un área de menor presión que atrae aire ambiental hacia la mezcla. Al controlar el caudal y la presión del gas, los orificios de gas ayudan a garantizar que el gas se mezcle con el aire para favorecer una combustión eficiente.

2. Tubos Venturi:

Un Venturi es un tubo único cuyos cambios de forma provocan cambios en el caudal y la presión del gas. La sección de entrada generalmente estrecha de tales tuberías hace que el gas se acelere, reduciendo así la presión del gas. Este proceso crea un área de baja presión, lo que desencadena el efecto de aspiración de aire del entorno circundante.

El diseño del tubo Venturi permite que el gas se mezcle completamente con el aire antes de ingresar a la zona de combustión. Esta mezcla ayuda a eliminar la combustión desigual y previene la inestabilidad de la llama, aumentando así la eficiencia y el rendimiento de la estufa. Al mantener la proporción adecuada de aire y gas, el Venturi garantiza una combustión óptima.